La tua salsa carbonara

La experimentación es clave en la cocina. Cada uno va creando sus propias recetas, personalizando las que hereda o buscando y transmitiendo sus hallazgos. En Rossopomodoro tenemos una de las mejores salsas carbonaras de Italia -y por tanto, del mundo, ya que si no es del país de los Apeninos nunca será una verdadera carbonara-, y estáis invitados a degustarla cuando queráis. Pero si sois intrépidos aventureros que se deslizan entre fogones y cazuelas, os traemos una receta fácil de elaborar... Probablemente, la mejor de cuantas circulan por la red.

Tiempo de preparación: lo que se tarda en poner agua a hervir y cocer pasta.

Tiempo de cocinado: dos minutos.



INGREDIENTES (1 ración):

75-100 gramos de pasta larga: lo mejor es espaguetini, espaguetin o tallarín.
1 cebolleta o 1/2 cebolla pequeña.
2 tiras de bacon o panceta curada.
1 chorrito de nata.
1 chorrito de aceite de oliva.
1 yema de huevo.
Queso en polvo.
Nuez moscada (opcional)

Lo primero es poner el agua a hervir con un chorrito de aceite de oliva y un poco de sal. La cacerola, cuanto más grande mejor, sin importar el número de raciones que vayamos a preparar. Cocemos la pasta siguiendo las instrucciones de tiempo del paquete.

Dejamos que la pasta cueza, y mientras tanto sofreímos la cebolla picada menuda en la sartén con muy poco aceite, porque a esto añadiremos en un minuto las lonchas de bacon cortadas en tiritas pequeñas, que ya sueltan su propia grasa. Le damos un par de vueltas hasta que esté todo dorado y apartamos del fuego mientras se acaba de cocer la pasta. Una vez tengamos la pasta cocida y escurrida, volvemos a poner la sartén al fuego y la añadimos. Salteamos todo con cuidado porque se agarra con mirarlo. Añadimos el chorrito de nata, la yema de huevo y mezclamos todo (en un minuto está).

Justo antes de retirar del fuego, echamos tanto queso como queramos. En Italia se dice que cuanto más, mejor. También podemos echar nuez moscada, que le da una nota de sabor especial.

Nuestro consejo: cómetelo cuando aún esté caliente, recién salido de la sartén. ¿Estás listo para degustar la auténtica salsa italiana?