jueves, 14 de junio de 2012

Una Focaccia, por favor



Voy a contaros un secreto. Si decidís ir a cenar a Rossopomodoro pedid, sin titubear, "Focaccia". No se encuentra en la carta y se sirve por gentileza de la casa para agasajar, pero si leéis este blog, ya conocéis el secreto. Según Wikipedia, la receta originaria procede de los antiguos etruscos o griegos. Yo no sé muy bien a quién se le ocurriría, pero lo agradezco infinitamente. Mientras todavía estaba admirando la pizza Margherita, de la que ya os hablé en la anterior entrada, llegó esta delicia hasta entonces desconocida para mi.

Los ingredientes, básicos: harina (traída desde Campania, en Nápoles), aceite, agua, azúcar, sal y aromatizada con romero. La masa es muy parecida a la de la pizza, pero su sabor es indescriptible. ¿Sabéis aquello de que lo más simple es lo más delicioso? Pues eso. Servida como si de una pizza se tratase, fui alternando la pizza Margherita con la "Focaccia" y la experiencia fue placentera. Un consejo: cerrad los ojos y disfrutar del sabor de la comida. Creo que hemos perdido esa capacidad desde que vivimos tan deprisa. Siempre me ha gustado esa sensación que recorre todo tu cuerpo cuando pruebas algo nuevo y no sabes a qué va a saber. Un hormigueo que empieza en el paladar y que consigue poner los pelos de punta. Como esa brisa de verano que se levanta cuando el sol empieza a esconderse. Algo parecido sientes cuando pruebas la "Focaccia". O por lo menos esa fue mi sensación.

¿Y la vuestra? Atreveos. Pedidla y no os arrepentiréis.





lunes, 11 de junio de 2012

Pizza Margherita, la niña bonita



Siempre que voy a un restaurante nuevo me gusta preguntar cuál es la especialidad del lugar, por aquello de probar lo mejor. Pregunté y Antonio, el encargado del local, no lo dudó: "la pizza Margherita es la estrella de la carta". Dicho y hecho y no puedo ponerle ni una pega. Como fan y devoradora de pizza que soy, estuve porción a porción buscando algún defecto, algo que dijera: "¡ja!, te pillé", pero no encontré nada. La pizza Margherita está preparada con los ingredientes más selectos y exportados directamente desde la localidad de Campania, en Nápoles, como bien me comentó Antonio. Tomate San Marzano, característico de la zona y con un sabor más frutal comparado con el tomate corriente, y la Mozzarella di Bufala. No os miento si os digo que la diferencia se nota nada más oler su aroma.

Tenía mil y una pregunta que hacer sobre la pizza. No os voy a decir que fuera perfecta, porque no lo creeríais, pero se acercaba tanto que daba miedo incluso pensarlo. La pedimos, vimos cómo la hacían en el momento y como la metían en el exclusivo "Il Fornodoro", el horno de leña más grande de España, guardando las reglas básicas de la pizza en Rossopomodoro: dos centímetros de corteza, con un diámetro inferior a 35 centímetros y preparada a 485º C. Que ningún detalle se escape. Unos minutos después, "clin", la campana que avisa de que la pizza ya está lista para degustar. Y llegaba el momento. ¡Qué mal lo pasé! Mi mente luchaba por saborear lentamente cada porción, disfrutando de cada ingrediente (tomate, mozzarella, albahaca fresca, aceite),como lo hace Remi en "Ratatouille", pero mi instinto animal devoraba cada trozo como si fuera el último que iba a comer en mi vida.

Cuando salí del estado de trance en el que me encontraba, comprobé que había mucha gente que encarga la pizza y la iba a recoger al local. Pero Rossopomodoro tiene algo que le hace diferente a otros restaurantes italianos y es su local. Tiene un ambiente íntimo, donde las mesas tienen la separación necesaria para disfrutar de tus comensales y no distraerte en otras conversaciones. La luz y la música son unos secundarios totalmente necesarios. Sin ellos, la cena no hubiese sido tan especial.

Rossopomodoro lleva un año, más o menos, abierto en Madrid. Tiene clientes habituales y otros esporádicos que pasan por la zona, en la calle Orense nº 83. Yo ya lo conozco y voy a repetir. Si leéis este blog, espero que os atreváis a cambiar Madrid por Nápoles al menos por una noche.





viernes, 8 de junio de 2012

Gana una cena para dos



Hazte fan en nuestra página de Facebook y PARTICIPA en el sorteo semanal de una cena para dos personas en el restaurante Rossopomodoro Madrid (Orense, 83), un sitio idílico para saborear unas delicias napolitanas preparadas por expertos cocineros. Los responsables del restaurante han elaborado una novedosa iniciativa para superar la crisis en la que estamos inmersos y que el público disfrute de una buena cena sin pensar en lo que cuesta. Sólo por ser seguidor en las redes sociales (Facebook o Twitter), y participar
en un sorteo semanal una persona podrá ganar una cena para dos en uno de los mejores restaurantes italianos de Madrid.

Rossopomodoro abrió sus puertas hace un año y, desde entonces, no ha dejado de mejorar su oferta. Sus trabajadores pertenecen a la Escuela de Excelencia de Nápoles, donde se les enseña el secreto para preparar los platos napolitanos más especiales. Ya no es necesario viajar hasta la ciudad donde se inventó la pizza para saborear una. En Rossopomodoro elaboran la comida con la misma delicadeza y paciencia que en Nápoles. Además, su exclusivo horno de leña, el más grande de España con unas dimensiones de 2,5 m. x 2,5 m., permite preparar cada plato al momento.

Ya no tienes excusa para conquistar a esa persona especial sin pagar ni un euro o disfrutar de una cena con un amigo hasta tarde. Rossopomodoro te facilita la vida.

Consulta las bases legales del concurso aquí

¡Cómete a la crisis!

martes, 5 de junio de 2012

El horno de leña más grande de España


El corazón de Rossopomodoro es "Il Fornodoro”, horno que funciona solamente con leña de haya y presenta unas dimensiones fuera de lo común: 2,5 m. x 2,5 m., convirtiéndolo en el horno de leña más grande de España, diseñado en exclusiva por Riccardo Dalisi. El restaurante se encuentra en la calle Orense nº 83 de Madrid.